Powered By Blogger

¿Tu sindicato responde a tus espectativa?

La lucha es permanente

La lucha es permanente
Nunca dejes de luchar

La razón siempre debe privilegiarse

Incluso por sobre las mayorías se debe privilegiar el diálogo, pero la razón siempre debe estar por encima de todo. No permitas que tus egos o tus temores dominen las razones que tienes por tu objetivo pues se convertirán en tus peores enemigos.

Datos personales

La lucha sindical es abierta, consciente, política, de calidad social, sin condicionantes, con análisis, con diálogo, con discusión, con debate, de puertas abiertas, y siempre sin violencia ni represión de ningún tipo.

martes, 3 de agosto de 2010

Las delicias del poder


EL PODER, DELICIOSO

El equilibrio del poder, en un mundo tan corrupto como el nuestro, se encuentra tan dis-tante que el solo pensar en arribar a él reduce las probabilidades al mínimo de su existencia. AMLO plantea la necesidad de `una nueva corriente de pensamiento´ que vaya más allá de la armonía político-social. Plan-tea la no violencia partiendo de los valores olvidados.

Algo imposible si no se tiene la esperanza del cambio, ya no en la conciencia sino en la fortaleza idealista de la exis-tencia de la felicidad. Desde la búsqueda de la razón de la existencia y del camino a la felicidad como razón misma de la existencia, Sócrates, Platón y Aristóteles coincidían en la posibilidad del equilibrio. Concibiendo a la felicidad co-mo el equilibrio y no como el camino a éste. Pero hemos sido testigos de que en esa búsqueda del equilibrio, el ser humano está dispuesto a pisotear a los demás por lo-grar un poco de felicidad.

En la película “Land of the Blind” (Tierra de Ciegos), este-larizada por Donald Suther-land y Ralph Fiennes, escrita por Robert Edwards, expone como teoría política al libro de Saramago (e.p.d.) “Ensayo sobre la ceguera”. En una representación bufa de como los regímenes políticos se suceden, sin que eso signifique realmente un cambio para una nación, y de cómo los medios de comunicación son manipulados para dar la impresión de un gobierno siempre eficiente, mientras que los malos fueron los anteriores, y donde la opo-sición siempre será “terrorista”. ¿Suena familiar, verdad? Lo mismo se puede trasladar a cualesquier transi-ción de poder no gubernamen-tal, por supuesto.
Relata la historia de Maximi-liano II (Junior), presidente hereditario de la república en cuestión, luego de que, según rumores, él mismo asesinara a su padre. Maximiliano I, un dictador, pero a quien las multitudes respetaban.

Maximiliano II simplemente no tenía carácter, que era manipulado por sus ministros, y con las frecuentes explosiones de humor impulsadas en principio por su esposa, Josefina.

Thorne, revolucionario y culto, antes maestro de “junior”, es crítico del régimen, lo que le convierte en prisionero por un largo período, dedicándose a escribir sus consignas en la pared de su celda usando sus propios excrementos como tinta. Ahí entra en escena Joe, un guardia que simpatiza con Thorne, con quien sostiene significativas pláticas acerca de regímenes represores, pláticas que lo impactarán después.

Tiempo después, Joe es ascen-dido, se casa y está esperando un hijo. Es en esa coyuntura, y después de haber sido testigo presencial de la locura de Ju-nior, que decide hacer algo por su país, aunque esté convencido de que es inco-rrecto lo hará.

Para ese entonces, en una jugada política, que no salió como se esperaba, Thorne ya ha sido liberado, convertido casi en un héroe para la resis-tencia y un dolor de cabeza para el régimen, Junior lo libera y se ve obligado a ofrecerle un puesto en su go-bierno. Joe permite la entrada al palacio de gobierno a Thorne y sus seguidores, que hacen un juicio bufo al dictador y su esposa, asesinándolos ahí.

Thorne toma entonces el poder, y poco a poco se vuel-ve un dictador peor que aquel a quien está reempla-zando.

Al negarse a firmar una decla-ración de lealtad al nuevo gobierno, Joe es enviado a los campos de reeducación (una prisión), donde no logran do-marlo. Con el tiempo, el mis-mo Thorne es asesinado por una de sus cercanas, y es reemplazado en el poder por un sobrino de Maximiliano II. El cambio de poder no representa un beneficio para Joe, quien trae a cuestas la complicidad del asesinato del dictador Maximiliano II.

Durante la película, vemos escenas en blanco y negro de la electrocución de un elefan-te. Cuando Joe está en “reeducación” le cuentan aque-lla historia en la que varios ciegos tocan a un elefante, y uno de ellos, que ha tocado una pata, dice que el elefante se parece a un árbol. Otro que tocó su trompa dice que el elefante parece una serpiente, y así sucesivamente.

En un régimen de cual-quier naturaleza, los ciu-dadanos somos ciegos, y el único que tiene una idea de lo que realmente ocurre, solamente lo ve con un ojo, dejando de ver aquello que no le conviene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario